¿De dónde venimos? ¿A dónde vamos? Sin ponernos muy filosóficos, vamos a echar la vista atrás para ver cual es el origen de los trasteros.

Grecia, el origen de los trasteros

Dentro de la arquitectura clásica griega nos encontramos con una estancia llamada Opistodomos, que se refiere a: Cámara o pórtico en la parte posterior de los templos griegos donde se guardaban los objetos de culto y el tesoro del mismo, sin comunicación directa con la cella o naos. Es la primera definición que encontramos de lo que podría ser un trastero.

Aunque en aquella época, mas que para guardar trastos era para guardar cosas importantes y que se usaban de forma ocasional como ofrendas, reliquias o artículos de culto. Este uso si que continúa a día de hoy, ya que seguimos utilizando los trasteros para guardar cosas que no utilizamos todo el año. Por ejemplo, la ropa de temporada, o los esquís, o la sombrilla y las sillas de la playa.

Usos antiguos y modernos

A dichos Opistodomos se accedía a únicamente por detrás de los templos, no tenían comunicación directa con la Naos, o parte principal del templo. Los objetos que se almacenaban hacia que la seguridad fuera muy importante. En esto también estamos como a día de hoy donde la seguridad es uno de los aspectos importantes para los trasteros. Aunque el origen de los trasteros se remontan hasta éstos tiempos, como veis hay cosas que no han cambiado.

Con el tiempo, esta costumbre fue adoptada por los ciudadanos con mayor poder económico, guardaban sus riquezas y de vez en cuando las exponían en sus jardines o dependencias de su hogar. en la antigua Roma, el Opistodomos pasó a llamarse y ya no se aplicaba únicamente a los templos, designaba el habitáculo posterior de la casa de cualquier particular: posticum cuya definición es puerta trasera.

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